Dietmar Hehenberger, dueño de un hotel en Guglwald, a tan sólo 100 metros de la frontera con la República Checa, se niega a cortar parte de su techo.
Cuando llueve, agua del techo del hotel cae en tierras checas, violando un acuerdo internacional que establece que debe haber un espacio de un metro de cada lado de la frontera, según informa el periódico Lidove Noviny.
Tanto las autoridades checas como las austríacas quieren que el empresario hotelero remueva parte del techo, aunque él ya ha anunciado que no lo hará.
Según explicó, en esa parte del techo ha instalado sofisticados paneles solares que, en caso de tener que reubicarlos, le costaría miles de dólares.
El señor Hehenberger apeló la decisión de la Comisión y dentro de tres semanas deberá concurrir a la Corte para defender el techo de su hotel, alegando que el problema lo ocasionaron las autoridades austríacas que aprobaron los planos.
"Yo no he ocasionado el problema. Entonces, ¿por qué tendría que pagar el costo del mismo?", cuestionó el hotelero.
Por su parte, Petr Vorlicek, un vocero del Ministerio del Interior de la República Checa aseguró que "este caso no es algo trivial sino un ejemplo de violación de fronteras, por lo que no puede ser escondido debajo de la alfombra". |
