Luego de una denuncia anónima, los médicos del penal le practicaron una radiografía a cinco presos, de los cuales cuatro presentaron la existencia de objetos en sus intestinos: cuatro celulares, nueve chips y un cargador, los cuales habían sido ingresados a través del ano.
Juan Ramón Arévalo, director de la prisión, afirmó que los teléfonos eran usados para dar instrucciones sobre extorsiones, secuestros y asaltos a los cómplices que están en libertad. Las autoridades sospechan que el ingreso de los teléfonos al penal fue auspiciada por personal penitenciario.
Por su parte, el Dr. Rodrigo Melgar señaló al "Diario de Hoy", que la elasticidad de la piel permite introducir estos elementos. Sin embargo, "esto puede producirles una obstrucción intestinal que les imposibilitaría evacuar u otras necesidades o les provocaría otras complicaciones, como la aparición de hemorroides". |
