Belasco concurrió a la misma escuela desde 1921 a 1924, pero nunca consiguió graduarse, por lo que volvió al establecimiento para recuperar el tiempo perdido. Desde 1929 vive en San Francisco, donde trabajó como empleada contable, formó una familia y vive en un edificio sin ascensor, por lo tanto, cada día sube y baja los 43 peldaños que separan a la vereda de su apartamento.
La idea de retomar sus estudios surgió cuando su nieto y vecino, Marcello Belasco, de 33 años, le preguntó por qué no terminó la secundaria y la convenció de que no era tarde para hacerlo. Entonces, él le comentó la idea a su padre (e hijo de Josephine), Eddie Belasco Jr., de 74 años, quién respondió: "¿De qué estás hablando?".
Josephine, afirma que todo el mundo le pregunta ¿cuál es el secreto para llegar a esa edad? Ella responde "trabaja como un perro, aliméntate sanamente y no te preocupes" y revela "toma algunos cócteles y nunca rechaces una invitación". |