Esta refutación de la cadena alimenticia, fue registrada por el Diario del Pueblo de Pekín, según el cual la insólita reunión entre potenciales depredadores y presas, hacía parte de un intento por despojar a los tigres de su instintiva naturaleza salvaje.
Luego de sorprender al mundo con "El tigre y el dragón", los chinos vuelven a la carga con "El tigre y los pollitos", acudiendo a una extraña jaula donde inclusive los cachorros felinos fueron temerosos de los pollitos en un primer momento, según dijeron fuentes del Zoológico.
Al tratarse de tigres -y no de zorros- las autoridades del Parque excluyeron que se trate de un sigiloso preparativo que pretende hacer que las aves bajen su guardia y así mantener la ternura de su carne a la hora del banquete, en una suerte de avicultura felina a futuro.
Por este motivo, los pollos no deberían sorprenderse si la próxima vez que los inviten a cenar, sobre la mesa, no sólo los platos estén únicamente del lado de los tigres, sino que los mismos estén vacíos aguardando por un pollo porfiado, probablemente más delicioso que un pollo asado.
Sólo ahí se sabrá si vale más la amistad como un "divino tesoro" o como un "delicioso plato". |