La dieta de las presas de Georgia, tradicionalmente de 2470 calorías diarias, sufrió un recorte del 20%. Los hombres, sin embargo, siguen recibiendo sus acostumbradas 3050. Algunos legisladores y entidades civiles objetan la medida considerándola discriminatoria.
Debbie Seagraves, directora de la Unión Americana de Libertades Civiles de Georgia, explica que "la ingesta de calorías no es la misma de una persona a la otra, así que simplemente bajar la cantidad de comida a las mujeres suena a discriminación. Si una mujer desea bajar su cuota de calorías por una determinada razón debería ser una elección particular".
Las autoridades carcelarias sacan a relucir las cifras de la Academia Nacional de Ciencias que recomienda 2.200 calorías diarias para mujeres activas y 2.800 para varones. Peggy Chapman, vocera del sistema penitenciario estatal explicó que "permitir a las internas una ingesta cercana a las tres mil calorías contribuía a la obesidad de la población carcelaria".
Esta modificación en la dieta de las presas representa un ahorro anual de alrededor de 86.000 dólares. |