El astronauta ruso Salizhan Shapirov y su colega estadounidense Leroy Chiao, quienes arribaron a la Estación Espacial en octubre debieron llevar una dieta basada en golosinas porque sus antecesores vaciaron las alacenas. Los cosmonautas anteriores tenían permiso para avanzar sobre las provisiones de sus compañeros pero "no fue hasta que llegamos a la misión y abrimos las alacenas que supimos cuánta comida faltaba", explicó Chiao.
Shapirov y Chiao inventariaron la comida que quedaba -más que nada golosinas y postres- y elaboraron una dieta que les permitiera mantenerse saludables hasta que llegara la nave con las nuevas provisiones. "Debimos cortar a la mitad nuestras raciones de lo que llamamos ´verdadera comida´, es decir carne, vegetales, papas y debimos suplementar lo faltante con dulces", detalló Chiao.
La anhelada nave finalmente llegó con un cargamento de dos toneladas y media de provisiones que incluían comida, agua, equipo, recuerdos familiares y regalos navideños. |