El joven norteamericano Skyler Bartels, alumno de la Universidad de Drake, se fue de vacaciones a una sucursal de los supermercados Wal-Mart. El objetivo de esta decisión consistía en realizar un trabajo sociológico que podría venderlo más adelante u obtener un crédito estudiantil.
Bartels sacó la idea de una publicidad de la empresa que repetía el eslogan: "Siempre precios bajos". Pero él se lo tomó muy en serio e intentó comprobar si realmente el supermercado más conocido del mundo podía satisfacer sus necesidades las 24 horas del día.
Sharon Weber, vocero de Wal-Mart, afirmó: "no es algo que desaprobemos, pero somos una cadena de supermercados, no un hotel". Por su parte, un profesor de leyes de la Universidad de Drake le advirtió al joven: "El local es propiedad privada, si te piden que te vayas, vete rápida y tranquilamente".
El chico sólo llevó un pantalón, una remera blanca, sus identificaciones, su medicina para el corazón, una tarjeta bancaria y un teléfono celular. Pero el proyecto terminó el martes siguiente, cuando le anunciaron que su tarjeta bancaria no tenía fondos. La conclusión del joven fue fatal: "como en la vida real, nadie puede encontrar todo en Wal-Mart".
(Hasta el momento, nadie pudo precisar si sacó muchas fotografías en sus vacaciones. Pero seguramente, muchos amigos y familiares se quejaron de que no les trajo nada de recuerdo. Y todos le deben recriminar que no regresó muy bronceado.) |