El estudio fue realizado por el sitio de empleos Career Builder, que entrevistó a 2.500 trabajadores, incluyendo 1.000 gerentes. Cuando se les preguntó sobre la principal causa de demora, el 27% afirmó que era el tránsito, el 10% respondió que tuvo que llevar a sus hijos a la escuela y el 11% declaró que se quedó dormido. En cuanto al día de la semana más propicio para llegar tarde, el lunes obtuvo el 64% de los votos. La mayoría de los gerentes afirmó que usualmente no critican la validez de las excusas mientras que el 35% admitió que, frecuentemente, no cree en ellas.
Además, indicaron los pretextos más disparatados que escucharon de sus empleados, entre los que se encuentran "soñé que estaba despedido, así que no me levanté de la cama", "tuve que llevar a mi gato al dentista", "cuando estaba por llegar a la oficina me di cuenta que estaba en pijamas y volvi para cambiarme", "dije que Ud. no estaba en la oficina, así que lo fui a buscar" y "no encontré la corbata adecuada, así que fui a comprar una". |