Se trata de Natalya Kashuba, dueña de un negocio de ropa, quien ingirió hasta tres litros diarios del famoso refresco durante cinco años, sufriendo insomnio y ardor de estómago desde entonces. Kashuba asegura que su adicción a la oscura bebida es resultado de una promoción donde los consumidores cambiaban las tapitas por premios.
Su abogado, Alexey Monakhov, piensa utilizar como evidencia las docenas de radios y colchones inflables que la mujer ganó. Además, destacó que "en octubre de 2005, como resultado de un examen de su gastroenterólogo, ella fue diagnosticada de una condición crónica cuyo síntoma principal es la acidez estomacal".
Dos cortes rusas aceptaron el argumento de que Coca Cola no advirtió suficientemente sobre los potenciales riesgos sobre la salud que provoca tomar mucho refresco y la firma indemnizó a la querellante en 118 dólares, aunque ella pide US$ 112 mil por "daños morales". No queda claro si la compañía de refrescos le dijo "Siga participando". |
