El capitán Dan Kimball explicó que "hemos recibido llamados por este tema los últimos dos meses, así que he enviado agentes pero no saben qué pueden hacer al respecto. Lo cierto es que no tenemos una ordenanza que impida podar un árbol y darle forma de pene". Alexia Sandifer, vecina del lugar, no coincide con esta postura. Para ella, un enrome órgano sexual verde asomando de un jardín en un avenida muy transitada es algo que debería ser quitado. "Yo llevo a mi hija de seis años a la escuela por esa calle. A mi entender eso es algo que una niña no debería ver" explicó.
Según la opinión de los vecinos, el talentoso jardinero debería llevar agarrar su arbolito y meterlo en un concurso de podado, pero no exhibirlo en el vecindario. El hábil jardinero, Jean Paul Parshall, de 25 años, explicó que su enhiesto vegetal no le hace daño a nadie. "No tiene nada de malo, los muchachos pasan manejando y tocan bocina o chiflan" dijo. Según comentó, una mañana encontró a una pareja en el jardín rindiéndole culto a su obra.
"Obtengo toda clase de satisfacciones gracias a esa cosa" dice Parshall y agrega que "hay gente que no tiene sentido del humor, siento pena por ellos". Cuando llueva, el joven planea colocarle un preservativo al árbol para promover el sexo seguro. |