El joven vándalo enfrenta una causa en la corte juvenil después de que el director del célebre "911" -el servicio de ayuda en emergencias y catástrofes de los Estados Unidos- lo demandara por hostigamiento telefónico. Freddie Rich explicó que el niño, del cual no trascendió el nombre, hacía distintas bromas en cada comunicación: "a veces hablaba tan lento que cada sílaba duraba varios segundos, luego hacía largas pausas en la conversación dejando la línea muerta, una vez pidió una pizza, y otra vez simplemente eructó." "Fue la noche más ajetreada de nuestras vidas, y no era más que un niño jugando" dijo este hombre, acostumbrado a incendios, terremotos, explosiones y hordas enfurecidas.
El sistema telefónico, según explicaron las autoridades del 911 recibe las denuncias de derrumbes, fuego, disputas domésticas y accidentes de todo tipo, pero ese día estuvieron ocupadas con las llamadas en broma de este niño desde temprano a la tarde hasta muy entrada la noche.
Los empleados se cansaron de explicarle al chico que la línea debía estar libre para emergencias reales. Luego pidieron a la compañía telefónica que estableciera la dirección de la que provenían los llamados y cuando la tuvieron se dirigieron allí con dos oficiales de policía. Según Rich, "911 ya ha recibido llamadas de niños bromistas, pero en toda mi vida no conocí a uno más insistente que éste".
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