Esta vez, llevó a su víctima a un estacionamiento de la avenida Grange en Filadelfia (Estados Unidos). Le ordenó a la muchacha de veinte años que se quitara la ropa. Ella le respondió que "si vas a violarme, debes ser tú quien se quite la ropa". Freeman, de 29 años, no vio nada malo en la propuesta de la joven, así que procedió a desvestirse, y ella -que temía que el agresor escondiera un revólver- supo que él estaba desarmado, así que decidió huir. Según el Fiscal de Distrito Vernon Chestnut, el hombre la persiguió infructuosamente mientras murmuraba que "no se puede confiar en las mujeres". Fue atrapado, juzgado y condenado por intento de violación, asalto y trato violento. El juez Tama Myers Clark no autorizó la excarcelación bajo fianza y el reincidente (cuyo apellido podría traducirse del inglés como "hombre libre") pasará diez años más de su vida recluido.
La joven, cuyo nombre no trascendió, explicó durante el juicio que Freeman la siguió mientras se dirigía a su casa, la tomó del brazo y le dijo: "Mi nombre es Darrell, soy de la mafia negra y acabo de salir de prisión. Ahora voy a violarte". Aterrorizada por lo que le iba a suceder empezó a pensar formas de huir, pero temía que su agresor llevara un arma y la matara si lo intentaba. Cuando él se desnudó ella vio que podía salir corriendo sin que le disparara, así que lo hizo. Cuatro días más tarde lo identificó en el subterráneo y avisó a la policía.
Cuando el "hombre libre" salga de prisión en el 2011, habrá pasado prácticamente la mitad de su vida tras las rejas. A pesar de no haber concretado nunca su crimen. |