Un pequeño perro negro llamado Sweety es la mascota de Glenda Stevens. Ambos vivían tranquilamente en Park Hills, Missouri, Estados Unidos, pero la tragedia acechaba la simple y apacible existencia del pichicho. Un camión de correo lo atropelló y sus signos vitales se detuvieron. Glenda, acongojada, cavó la tumba para su renegrido compañero.
Horas después del conmovedor entierro, las patitas del perro -al mejor estilo película de terror- emergieron de su tumba. Así es, la mascota estaba cavando de adentro hacia afuera de la tierra, invirtiendo la dirección habitual de la consabida conducta de todos sus congéneres.
Un veterinario le explicó que si bien era milagroso que se hubiera salvado del camión, era todavía más inexplicable que se las ingeniara para salir de la que podría haber sido su última morada.
La dueña de esta versión cuadrúpeda de Terminator, pregunta "alguien oyó alguna vez de un animal que sale de su tumba? Es mi bebé y lo quiero". |